20.10.04

Conociendo por donde pisas...

Tomado de: http://www.rionegro.com.ar/arch200203/r31g01.html La corrupción, clave para el crecimiento narco en la región Rio Negro (Argentina) Publicado 31 de marzo de 2002 Ni la Justicia ni las fuerzas de seguridad controlan la situación. El comercio de la cocaína comienza a preocupar a las autoridades. Pedro Juan Caballero, Paraguay (Enviados especiales).- Hace cuarenta años comenzaron a instalarse en esta región, del lado brasileño, grupos de familias libanesas provenientes de medio oriente. Una de ellas fue la famosa familia Yamil Georges, hoy uno de los grupos mafiosos que domina el comercio de estupefacientes. A mediados de la década del "60 se instalaron en la región con el comercio legal, luego incursionaron con el contrabando de café y cigarrillos; exportaban desde el Brasil al Paraguay con beneficios fiscales y luego lo reingresaban, obviamente con un menor precio final. Lo mismo pasa hoy en la Argentina. A través del contrabando comenzaron a formalizar circuitos de comercialización de estos productos y conformaron el primer grupo mafioso organizado de la región. Hasta finales de la década del "80 eran los únicos que trabajaban en la zona en forma organizada. Se adueñaron de la frontera brasileño-paraguaya en toda esta parte de la selva. El poder llegó a tal extremo que comenzaron a aparecer asesinatos, las muertes por encargo con una crueldad extraordinaria. "De esta manera a través del miedo y el terror fueron ganando posiciones en la región", resume Cándido Figueredo. Durante la dictadura militar, que se mantuvo en el gobierno hasta fines de la década del "80, la corrupción florecía en el Paraguay. Pedro Juan Caballero no tenía gobernador sino un delegado del Gobierno Central. "Cada delegado que llegaba a esta región le esperaba un auto último modelo que era el obsequio de bienvenida que le daba la familia Yamil", rememora casi con indignación Figueredo. Aquí nace la impunidad. Hasta hoy en día la palabra mayor de la mafia fronteriza es la familia Yamil, coordinado por Fahd Yamil que es el padrino de esta frontera. Supera los 60 años y hay versiones de que está enfermo. La familia está compuesta por cuatro hermanos y sobrinos que trabajan en el clan. En la frontera mucha es la gente que se dedica al tráfico de armas y droga, pero todos deben tener la bendición del "padrino Yamil" para poder cerrar cualquier tipo de negocio. "Normalmente aquí se vive tranquilo, puede dormir con las puertas abiertas que no le va a pasar nada; toda vez que no esté metido con los Yamil, no vea algo que no tenía que ver o se lo confunda con alguien a quien buscan. Esto es muerte segura", comenta el periodista por sobre quien pesan múltiples amenazas de muerte. Conexión Colombia Los bajos precios que se están manejando en el mercado de la marihuana están erosionando las cuentas de los narcos en toda esta zona. Es por ello que desde el año pasado comenzaron a buscar contactos con los "carteles" colombianos para comprar y distribuir cocaína. "Teniendo la cadena de distribución para la marihuana, todo es más fácil y un kilo de cocaína retribuye muchísimo más que uno de marihuana", confía el oficial de la Dinar, Luis Irrazabal. La falta de controles aéreos en toda la zona que une Colombia con Pedro Juan Caballero (PJC) hace posible el tráfico de cocaína hasta esta zona. Existen en los campos de PJC más de una docena de pistas clandestinas que soportan la carga de avionetas de mediano y gran porte. Los primeros cargamentos "combinados", como se los llama cuando van cocaína y marihuana, llegaron al mercado de San Pablo sin problemas. La incorporación de "pasta" a la cadena de distribución de marihuana sin dudas baja los costos de la organización. "Este nuevo programa de entregas que está ejecutando el narcotráfico en la región nos complica sobremanera", se sincera el jefe de la fuerza en la región. Es que el ingreso de cocaína a esta región va a tensar aún más las relaciones entre los narcos locales. "Los volúmenes son menores y el movimiento de divisas mucho mayor. Todo un cóctel que puede desequilibrar la región". El principal temor que muestran los agentes de seguridad frente a la llegada de cocaína a la región, es el aumento del poder económico que podrían conseguir los nuevos "carteles" en Pedro Juan Caballero. "No queremos que el problema de Colombia se traslade a la región. Estados Unidos no lo vería con muy buena cara", agrega sobre el final de la charla el oficial de la Dinar. (J.L.)

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